Sobre Villiva

Cómo ya he comentado, soy mamá de dos niños preciosos, y el más pequeñín, justo cuando empecé con la idea de la tienda, comenzaba a decir sus primeras palabras: mama y papa. 

La siguiente palabra nos hizo mucha gracia porque no entendíamos de donde la había sacado.

Un día empezó a decir: vi, vi, lliva, lliva, ¡VILLIVA VILLIVA! con ese tono tan adorable y gracioso de los bebés y se convertió en su palabra favorita y en la nuestra. Todos en casa repetíamos y repetíamos ¡Villiva! Y los pequeños se morían de risa.

Llegó el momento de escoger nombre de este querido proyecto y con esa palabra rondando en nuestras cabezas día y noche pensé: ¡qué mejor nombre que la primera palabra de mi niño!

Y es por eso que estáis dentro de Villiva y no de «Tienda de decoración vete tú a saber que nombre inventado o predecible«.

Para mí es una palabra mágica, valiosa, con mucho significado y cariño, el mismo que pongo a todo lo que hago y a todos los productos de la tienda.

¿Qué os parece a vosotros el nombre? Para mí es perfecto ♥